Las relaciones son complicadas. Muchas personas viven un sufrimiento cotidiano en su relación, llegando a padecer desprecio y humillación. Hay personas que no se sienten queridas. El miedo no nos deja reaccionar y pasa el tiempo y continuamos con la misma persona.
Este tipo de personas que aguantan desprecios y humillaciones, suelen ser personas dependientes a su pareja para todo y, sin ella, se sienten perdidos. Son personas incapaces de tomar decisiones.
En casos extremos, la persona vive en un constante autoengaño pensando que en un futuro la situación mejorará.
Cuando estamos enamorados somos personas vulnerables. El comportamiento de nuestra pareja nos puede hacer muy feliz o, por el contario, nos puede entristecer mucho.
Los celos, son la causa principal que deterioran las relaciones. Los celos se contraponen a la confianza. Hablamos de personas celosas, cuando esta desconfianza se produce continuamente y sin ninguna base ni justificación.
Los celosos son personas habitualmente con una baja autoestima, sufren mucho con su relación. También hacen sufrir a sus parejas, ya que continuamente crean situaciones absurdas y violentas que en los casos extremos pueden derivar en malos tratos tanto psicológicos como físicos.
Las relaciones pueden acabar de muchas maneras, en ocasiones se produce un deterioro paulatino en la relación que lleva a una separación. Otras veces la separación se produce cuando menos lo esperas.
El amor es uno de los sentimientos que más satisfacción y felicidad produce en las personas, pero por esta misma razón también crea un enorme vacío cuando se termina.