Todos hemos oído hablar de las propiedades adelgazantes del pomelo, y la verdad es que es una fruta con un gran poder diurético, que sin duda ayuda a las dietas. Pero esta fruta tiene muchas más propiedades, que merece la pena que conozcamos.
Para empezar, hay que decir que un 90% del pomelo es agua, por lo que esta fruta tiene una gran capacidad para saciar el estómago. Y, encima, tiene menos calorías que los demás cítricos, sólo 39 por cada 100 gramos de fruta.
Además, el pomelo tiene muchos componentes esenciales para ayudarnos a vivir sanos: vitamina C, ácido fólico, antioxidantes, potasio y magnesio y ácidos málico, oxálico, tartárico y cítrico.
De todos modos, los expertos ponen especial interés en resaltar que el pomelo por si solo no adelgaza, ni puede ser el único ingrediente de una dieta. Debe incluirse dentro de una dieta bajo supervisión médica, que ha de ser personalizada, variada, suficiente en calorías y que enseñe a comer bien.
Asimismo, según estudios médicos, el pomelo ayuda al hígado a descomponer ácidos grasos, mejorando al paciente con diabetes. Incluso, puede ser utilizado, de forma controlada, para aumentar la disponibilidad y la eficacia del fármaco oncológico rapamicina.
Esta combinación podría ayudar a los enfermos de cáncer a evitar los efectos secundarios asociados con las altas dosis de esta droga. No obstante, cuando se toman medicamentos y se consume este cítrico con frecuencia y en abundancia, hay que ponerlo en conocimiento del médico para evitar posibles interacciones.